Fuera, frente al mar, media docena de pintores que desafía desde el lunes la intermitente lluvia.
En medio, entrando y saliendo desde el aula de las caballerizas del Palacio de la Magdalena en Santander hacia la playa, el maestro: Antonio López.
El pintor dirigía un taller de pintura en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). 'Intento transmitirles que hay que pintar las cosas como se sienten', aseguró.
'No he venido a enseñar, ni a aprender, sino a dar mi consejo a pintores que quizá necesitan el consejo de alguien mayor, y a pasar unos días con unos compañeros más jóvenes que yo', advirtió López a los periodistas en la rueda de prensa celebrada al aire libre.
Afirmó que este encuentro con 15 jóvenes artistas supone para él una gran satisfacción: 'Aquí saco el placer de ver cómo se siente y cómo se evoluciona al comenzar en la pintura. Me reconozco a mí hace muchos años en esa lucha que supone la búsqueda de una identidad al pintar'.
Aunque, aseguró, también hay amargura en la enseñanza: 'Sufres al ver que a veces no puedes ayudar más, uno puede dar un consejo, pero no puede hacer demasiado'.
Los participantes en el taller son en su mayoría estudiantes de Bellas Artes, aunque también hay algún profesor de secundaria y algún pintor profesional.
'No tenemos nada en común, si acaso la devoción por la obra de Antonio', aseguró Álvaro Díaz-Palacios, 20 años y estudiante de segundo de Bellas Artes.Los alumnos aseguran que en sus críticas, López se dedica más a ensalzar lo positivo que lo negativo de sus cuadros.
Les ha pedido que pregunten y que, sobre todo, hablen de pintura, entre ellos y con él. En esta semana pintarán un cuadro, dos o tres, los que dé tiempo.
López eligió a los participantes entre todas las peticiones recibidas y de todos los estilos: 'En todos los elegidos vi algo, siempre hay una forma individual de ver las cosas y eso hay que respetarlo; no me fijé en el estilo, sino en que me dijera algo. Hay uno o dos muy buenos, otros no tanto'.
Y añadió: 'La mayoría no tiene una personalidad, un estilo definido, y por eso es importante que aprendan la técnica. Todavía no hay un compromiso en la forma de pintar'.
El pintor, asegura que si bien no tiene claro cómo se enseña, sí sabe quiénes fueron sus maestros: desde el escultor Julio López, amigo de Antonio y que estos días dirige un taller de escultura en el aula contigua a la de Antonio, Velázquez, los pintores griegos y su tío Antonio López, un pintor de paisajes manchegos que le inició en la pintura.
López explicó que actualmente realiza un paisaje de Madrid. 'Es una vista desde una torre de bomberos en Vallecas. Se ve todo Madrid, desde la sierra de Guadarrama, los edificios reconocibles de Madrid, Vallecas, la contaminación'.
Y concluyó: 'Será un buen documento'. Espera terminarlo antes de final de año, al igual que el retrato que desde hace 7 años realiza de la familia real.
Sobre éste explicó que lo pinta sin intención: 'Aunque siempre será mi visión y no la de otro, en un retrato lo importante es que se parezca a la gente'.
El País Cultura - 24/07/2002
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